El 17 de mayo de 1995 tuvo lugar la Asamblea Constituyente de la Asociación de Técnicos y Cuadros de Aviación (ATCA), una asociación sindical creada por el colectivo de técnicos y cuadros de Iberia fundamentalmente para conseguir hacerse oír en todo el proceso derivado de la crisis de la compañía.
El motivo principal de la creación de ATCA fue el conseguir instituirse en interlocutores válidos ante la Dirección de Iberia, que no admitía puntos de vista ni opiniones sobre los problemas de la compañía de ningún grupo que no estuviese sindicado.
La única comunicación que existía era a nivel orgánico, jefatura de unidad – subdirección – dirección, pero este cauce no resultaba operativo en la vida diaria e incluso de su uso se derivaban muchas presiones para quienes manifestaban sus opiniones.
Ese clima de tensión se fue acrecentando y alcanzó su cenit en el último trimestre de 1994 durante la negociación de un plan de viabilidad con nula participación de este colectivo, que aportaba una solución a los problemas de la compañía en la que cuadros y técnicos no creían. La inexistencia de cauces francos de comunicación movió definitivamente al grupo de técnicos y cuadros a manifestar, de forma espontánea, sus opiniones sobre la situación de la empresa.
Las dificultades, presiones y represalias vividas como consecuencia de esas opiniones condujeron a considerar imprescindible la creación de una asociación sindical que permitiera al grupo ejercer con libertad el derecho y la obligación de manifestar sus opiniones, y con ello contribuir a despejar el futuro, proteger al colectivo, lanzar iniciativas positivas y velar por una gestión eficaz y responsable. En suma, trabajar por la estabilidad de la empresa y por el bienestar de sus trabajadores.
Por otro lado, ninguna de las organizaciones sindicales tradicionales representaba las necesidades e intereses del colectivo, y en las últimas regulaciones y acuerdos el grupo que peores condiciones obtuvo fue el de titulados, lo que contribuyó a consolidar la idea de creación de ATCA.
Los principales promotores de ATCA fueron técnicos de grado medio y superior que formaron parte o colaboraron con la Comisión de TGS y TGM que se constituyó en octubre de 1994 y que hasta su disolución, en marzo de 1995, coordinaron el movimiento de expresión de este colectivo.
ATCA nace al amparo de la Ley 11/85 de Libertad Sindical, con un ámbito legal de actuación que abarca a las industrias y actividades aeronáuticas en general, y dentro de ellas, a aquellas personas que ejercen en su trabajo funciones de mando o especial cualificación. El concepto de cuadro y técnico es muy amplio, y no está cerrado ni por arriba ni por abajo.
Aunque en un principio los demás sindicatos veían con recelo la aparición de ATCA, su postura ha ido cambiando al comprobar que no representa a la Dirección de Iberia sino a un grupo de trabajadores con las mismas características de otras organizaciones sindicales.
En ATCA se intentan aportar posturas constructivas que propugnan el rigor económico en la gestión, la eficacia en el trabajo y el bienestar de todos los trabajadores. Aunque los criterios comunes con el resto de sindicatos son pequeños, los puntos de vista de ATCA aportan soluciones, desdramatizan sobre determinados aspectos y tienen una visión más de empresa.
La Asociación de Técnicos y Cuadros de Aviación nace con el objetivo de establecer vías de comunicación con la dirección de Iberia. Hoy continúa su labor como un sindicato consolidado
ATCA - Asociación de Técnicos y Cuadros de Aviación
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